Amistad entre perros y gatos
No es que sea completamente cierta pero lo de llevarse como el gato y el perro no es una expresión 100% inventada. Todos hemos visto como estos dos animales se han peleado alguna vez pero está en nuestras manos conseguir que no sea así, implantando unas ciertas normas desde el principio.
1. Dejar que perro y gato se acostumbren a sus olores
Hay que acariciar al gato y luego al perro para impregnar a cada uno del olor del otro. Esta forma de actuar disminuye la agresividad, ansiedad o excitación que puedan sentir el perro y el gato que no están habituados al olor del otro animal.
2. Utilizar un transportín para el gato
Meter al gato en un transportín durante los primeros encuentros permite al perro inspeccionar con libertad su nuevo territorio, y a la vez, acostumbrarse al olor y la presencia del gato.
3. Separar los espacios del gato y el perro al principio
Como máximo unos 3 días mientras se van acostumbrando al olor del otro.
4. El momento de reunir a los dos animales debe realizarse de manera controlada
Siempre con la supervisión de los dueños, se sujeta al gato para que el perro se acerque a olerle. El perro debe estar agarrado con una correa extensible también. En caso de que no haya problemas de aceptación entre ambos, se puede soltar al gato.
5. Reducir la vigilancia, poco a poco
Hay que reducir el grado de vigilancia y supervisión del perro y el gato en función de la mayor aceptación entre ellos. En unas semanas, el can recién llegado y el felino tolerarán y aceptarán mejor la presencia mutua.
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