He adoptado otro perro y mi perro más veterano empieza a actuar de forma distinta, parece más agresivo y territorial, ¿estará celoso? ¿Los perros pueden sentir celos?

No podemos asegurar al 100% que los perros sean capaces de sentir celos pero si estamos ante la situación de presentar un nuevo miembro de la familia a nuestro perro y observamos un cambio en su comportamiento o humor puede ser que nuestro perro más veterano esté sufriendo una conducta similar a los celos humanos.

Esto no pasa exclusivamente con la llegada de un “hermano” canino a la casa, lo que podríamos entender como celos se puede producir tanto con la llegada de un bebé o con cualquier persona que pueda competir con el perro por la atención de su dueño, como la pareja de éste.

¿Cuáles son los síntomas de los “celos” caninos?

Sabemos que nuestro perro está experimentando esta emoción cuando:

• Ladra cuando te acercas al otro miembro y se interpone entre él y tú.

• Orina dentro de casa o destroza juguetes y/o su cama como llamada de atención y para marcar su territorio.

• Mira al otro miembro con desconfianza o lo gruñe.

• Se vuelve posesivo y no se separa de ti.

• Vuelve a mostrar su carácter habitual tras la ausencia del nuevo miembro.

• Lloriquea sin motivo aparente.

¿Cómo podemos ponerle solución? Puesto que un bebé o la adopción de un cachorro es algo premeditado y que sabes con antelación, lo mejor que puedes hacer es preparar el terreno antes de la llegada.

1. Cambio de hábitos

Un nuevo miembro va a suponer un gran cambio para la familia por lo que es recomendable cambiar a los nuevos hábitos lo antes posible.

Si esperáis un bebé, con la llegada de éste no podréis dedicar el mismo tiempo a los paseos o entrenos del perro, así que fomentar la tranquilidad o juegos mentales meses antes ayudará a que el cambio no sea tan radical el día que el nuevo miembro llegue a casa.

Si por lo contrario estás pensando en adoptar un cachorro, probablemente deberás reeducar a tu perro a comer en otra habitación o mover su cama para hacer más espacio. Todos los cambios que puedas efectuar antes de la llegada serán favorables para la conducta de tu perro.

2. Positivizar los momentos con el nuevo miembro

¿En qué situaciones te encontrarás una vez llegue el nuevo miembro? Intenta identificar cuáles pueden ser las situaciones clave en la que podrías ayudar a estrechar lazos entre los dos miembros y empezar a practicarlas con tu perro antes de la llegada.

Por ejemplo, si sabes que pasarás tiempo acariciando y calmando a tu bebé en el sofá, acostumbra al perro de antemano a esta situación. Siéntate con él en ese mismo sofá y mímalo, para que una vez llegue el bebé relacione ese momento con algo positivo y compartan un momento agradable juntos.

Ahora sí, llega el día de la presentación ¿cómo encaramos esta nueva convivencia para evitar celos? Estos son nuestros consejos a tener en cuenta durante los primeros meses:

No olvides al veterano: inclúyelo en las acciones de la vida diaria. Si se trata de un bebé, intenta que tu perro se sienta que forma parte de rutinas como amamantar/ cambiar al bebé.

Atiende a sus necesidades: aunque tú tengas menos tiempo, tu perro sigue necesitando pasear y ejercitarse.

Dales a todos su espacio: si se trata de dos perros, reserva un espacio y pertenencias especiales para cada animal, como camitas, juguetes y comederos. Al principio es mejor evitar que compartan las cosas.

Aumenta la dosis de cariño: ahora ya no tienes solo un peludo al que acariciar y no deberías racionar tu cariño. Dales a los dos el mismo trato y las mismas carícias.

No lo riñas cuando se acerque al cachorro o al bebé: aunque puedas tener miedo si ves al perro muy nervioso, no lo riñas cuando intente acercarse al cachorro o al bebé. Forma parte del acercamiento e intenta recompensarlo delante del otro miembro cuando se porte bien.

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