¿Cómo saber si mi perro me quiere?
Nos hemos hecho la idea (y nos la hemos creído) de que todos los perros nos adoran, nos besan al vernos y montan una fiesta cada vez que llegamos a casa. Hemos crecido con esta concepción única y generalizada de toda una especie animal que cuenta con miles de razas distintas, características y personalidades únicas. Pero no todos los perros reaccionan igual y no tiene porqué significar que nos quieran más o no nos quieran. Por ejemplo, las razas más parecidas al lobo, como el husky, el alaskan malmute, akita, shiba, etc., tienden a ser más independientes y no toleran que se les agobie dándole besos y abrazos, pero no por eso tendríamos que pensar que un husky tranquilo, protector y con buena convivencia con su familia con la que disfruta de los paseos y las actividades, no los quiere porque no expresa ninguna muestra de afecto.
Cada perro tiene derecho a tener sus gustos y hábitos propios, a la vez que no todo recae en la personalidad y responsabilidad del perro: ¿cómo es nuestra relación con él? Una relación se describe como la correspondencia o conexión que hay entre dos o más cosas, es una construcción recíproca entre nosotros y nuestro perro, por tanto, la pregunta no es si mi perro es feliz conmigo o si me quiere más o menos sino, ¿estamos construyendo una buena relación juntos? ¿Me preocupo por entenderlo cuando se comunica conmigo? ¿He cambiado alguna acción o hábito que no le gustaba? ¿Sé comunicarle que no me gusta una actitud? Normalmente, las soluciones siempre empiezan por cuestionarse a uno mismo, cambiar y ver los resultados que eso conlleva.
Entonces, ¿cómo sé si mi perro está cómodo con nuestra convivencia?
Así pues, teniendo en cuenta que las muestras de afecto dependen de cada perro, ¿cómo podemos observar de forma un poco más objetiva si nuestro perro está bien con nosotros? Para tener una respuesta clara deberemos conocer qué son las respuestas afiliativas y las respuestas apaciguantes y/o de amenaza.
- Señales o respuestas afiliativas:
Son aquellas que se dan cuando tu perro está cómodo o satisfecho con una situación. Algunos ejemplos son: mover la cola, querer estar a tu lado, agachar las patas delanteras, dormir contigo o mirarte. Estas señales no tienen porqué ser contínuas y la intensidad en que te las muestra no significa el grado de amor que siente por ti, eso ya recae en su personalidad y en el estado en el que se encuentre. Lo que sí debes saber es que si las detectas, aunque solo sea una vez, significa que tu perro está bien contigo en ese momento.
- Señales o respuestas apaciguantes y/o de amenaza:
Las que se dan cuando nuestro perro está incómodo con la interacción que estamos teniendo con él. Se distinguen dos: las apaciguantes y más difíciles de identificar por su sutileza como sería un bostezo, un relamido, bajar o girar la cabeza u oler, y las amenazantes como los gruñidos, marcajes y ladridos.
Así pues, podremos identificar qué tan positiva es nuestra convivencia viendo qué tipo de señales son las que más se producen a lo largo del tiempo. Evidentemente, una buena relación no consiste en tener el 100% de respuestas afiliativas únicamente, pero sí que debería suponer el 85%-95% de ellas.
Observando las respuestas del animal a cada acción o hábito podremos determinar si tenemos una relación saludable, mejorable o, directamente, mala.
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