¿Has escuchado a tu perro rascarse toda la noche? Aquí tienes la respuesta

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¿Has escuchado a tu perro rascarse toda la noche? Aquí tienes la respuesta

Los comportamientos compulsivos de rascarse, lamerse y masticarse la piel son bastante comunes en los perros y tienen una variedad de causas. Algunas de estas causas pueden ser perjudiciales para él. Una de las primeras señales de que tu perro tiene un problema podría ser el desarrollo de un "punto caliente": un área enrojecida, húmeda e irritada que surge de la persistencia de masticar, lamer, rascarse o frotarse. Aunque los puntos calientes o "dermatitis húmeda aguda" pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo de tu perro, se encuentran con mayor frecuencia en la cabeza, el pecho o las caderas. Debido a que los perros a menudo se rascan, lamen o muerden incesantemente en un área una vez que se irrita, los puntos calientes pueden volverse grandes e increíblemente dolorosos con bastante rapidez. Por lo tanto, si observas un cambio en el comportamiento “normal” de tu perro y ves que ha empezado o lleva unos días rascándose una zona del cuerpo, lamiéndose más de la cuenta o masticarse la piel compulsivamente busca el “punto caliente” y aplica un tratamiento lo antes posible.

Algunas razones por las que los perros pueden rascarse, lamerse o masticar compulsivamente:

Alergias: cuando el rascado del perro se sale de control, a menudo es el resultado de alergias a los alimentos o desencadenantes ambientales, incluidos el moho y el polen. Los perros también pueden desarrollar una irritación de la piel llamada dermatitis de contacto cuando se encuentran con sustancias como pesticidas o jabón.

Aburrimiento o ansiedad: así como las personas con ansiedad pueden morderse las uñas o retorcerse el pelo, los perros también pueden tener respuestas físicas al malestar psicológico. De hecho, algunos perros desarrollan una condición similar al trastorno obsesivo compulsivo humano. Puede manifestarse en comportamientos como rascarse, lamer o masticar y pueden causar daños graves.

Piel seca: una variedad de factores, incluido el clima invernal y las deficiencias de ácidos grasos, pueden causar sequedad en la piel de los perros y pueden responder a la incomodidad rascándose o lamiendo su piel o pelaje.

Desequilibrios hormonales: si el cuerpo de tu perro no produce suficiente hormona tiroidea o no produce demasiada hormona cortisol, pueden producirse infecciones cutáneas superficiales. Puedes notar zonas calvas y ver a tu perro rascarse o lamer como si de una alergia se tratara.

Dolor: al tratar de determinar por qué tu perro lame o mastica en exceso, asegúrate de considerar la posibilidad de que algo lo haga sentir físicamente incómodo. Por ejemplo, si notas que tu perro se muerde la pata repetidamente, podría tener una espina o una piedra afilada clavada en la almohadilla del pie. Masticar o lamer de forma compulsiva también puede ser una respuesta a problemas ortopédicos, como artritis y displasia de cadera.

Parásitos: entre las causas más comunes de los comportamientos compulsivos de lamer, masticar o rascarse se encuentran las pulgas, las garrapatas y los ácaros. Aunque las garrapatas a menudo son visibles a simple vista, las pulgas pasan desapercibidas hasta que hay una gran infestación y los ácaros son microscópicos, así que no podremos asumir que nuestro perro no sufre de parásitos solo porque no podemos verlos.